martes, 10 de febrero de 2009

¿Qué significa votar por esta izquierda?

Habiendo visto lo positivo de la fórmula presentada por los candidatos que representan los más amplios y superiores intereses nacionales, es del caso comentar los elementos objetivos que representa la fórmula de la extrema izquierda (partido comunista), que se presenta como un FMLN "razonable" y que, veremos, no ha cambiado en absoluto más que en la mejor forma de presentarse a sí mismo.
¿QUÉ ES EXACTAMENTE? ¿Es un partido de izquierda más?
Recordemos de dónde viene: de la agrupación revolucionaria de extrema izquierda marxista, que organizó una ofensiva guerrillera contra el Estado, para intentar imponer a la población enormemente mayoritaria un esquema neocomunista de organización económica y social.
Prácticamente conformada bajo la égida, la tutela y la dirección de Castro y la Cuba comunista, azotó con una ofensiva violenta al pueblo salvadoreño durante una larga década, propiciando matanzas, abusos de derechos humanos y destrucción de la propiedad pública y privada… ¿o qué?... No es cierto esto y es "paja" o "campaña negra… Sí, ¡cómo no! --como dice un anuncio-- y ¿qué quieren? ¿Que se los retrate como una banda de valientes "muchachos" que se "alzó en armas", llenos de ideales para instaurar la justicia?
Lo triste es que algunos sí eran eso, ingenuos, sin experiencia o lo que sea. Eran cinco agrupaciones. Muchos que quisieron dejarlas fueron eliminados --ajusticiados, según ellos -- y otros lo hicieron hasta el final del conflicto, quedando muy claros del enorme error que habían cometido. Eso no implica haber cambiado radicalmente su ideología; unos sí lo hicieron, otros únicamente buscaron cambiar los métodos y los líderes pero, por varias razones (la principal de ellas la misma gestión insidiosa del partido Comunista) el antiguo FMLN se fue quedando cada vez más flaco en sus dirigentes.
La férrea disciplina y la experiencia internacional del PC pudo, como siempre lo ha hecho, "comerse" a los compañeros de viaje hasta devenir su cúpula --no con la hegemonía, sino peor-- con el mando total de la agrupación subversiva y revolucionaria, que da cara como partido normal de izquierda, cosa que no es.
No tenemos al frente un partido de izquierda radical más --que ya no sería simpático para muchos, pero que habría que tolerar-- sino un comando organizado de revolucionarios profesionales, que no tienen más moral que el hacer la revolución (ahora Socialismo del Siglo XXI) con un proyecto tan trasnochado como peligroso, que sólo conducirá al caos y odio sociales, al desbarajuste y la pobreza extremas y a la entronización de una férrea clase dirigente, burocrática, revanchista y cerrada.
El pasado allí está, no tan lejos, inconfundible e innegable: asesinato de intelectuales desarmados, de alcaldes, autoridades y ejecutivos, voladura de puentes y centros de trabajo, secuestro de niños, bombas terroristas, ataque directo a la economía (masacre de hatos de ganado, guerra a la recolección agrícola y atemorización de inversionistas); apoyados indiscutiblemente por la Unión Soviética y otros países de la égida comunista de ese tiempo; aliados a la perrera internacional que todavía nos acosa, sin importarles el denigrar y aplastar a nuestra nación, dificultando cada vez más su futuro.
Eso han sido y eso siguen siendo, cambiando únicamente la demagogia y las comunicaciones (con mayor refinamiento), buscándose un candidato más potable que los últimos y pactando con los nuevos poderes de la izquierda internacional: los terroristas del Medio Oriente y del norte de Suramérica. Nos quieren cambiar a los Estados Unidos y a la Unión Europea por el ALBA… seguiremos luego en esto.
*Lic. en Ciencias Políticas.

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