¿Quieres, estimado lector, a tus hijos? Lo normal es que los padres amen a sus hijos, se ocupen de su educación y velen por su seguridad. Si eres un buen padre de familia, cuida tu voto para no entregar el país a politicastros que ven en los niños la carne de cañón de sus guerras y sus movimientos. Averigua sobre el pasado de los candidatos y rechaza aquellos que por desviaciones sicológicas apalean a sus mujeres y abandonan a sus hijos.
Muchos recordamos las repugnantes fotos de Schafik y de otros cabecillas de la guerrilla pasando revista a batallones formados por niños menores de quince años, los "samuelitos", que en su mayoría murieron. Las niñas, por otra parte, eran usadas como objetos de lujuria por la soldadesca guerrillera.
Que nunca más, es el deseo de las personas de bien en esta tierra, los niños vuelvan a ser indoctrinados y uncidos a los carros de la guerra.
El primer caso que se ventila en la nueva Corte Internacional de Justicia en La Haya (Holanda) es contra un congolés acusado de utilizar niños como soldados y enviarlos a la muerte, como lo hacen los efemelenistas en El Salvador desde hace décadas.
Tomás Lubanga Dyilo está siendo procesado por obligar a niños menores de quince años a servir como soldados en el ala militar de la autollamada "Unión de Patriotas Congoleses". La banda de Lubanga reclutaba (usualmente secuestrándolos) entrenaba y usaba a centenares de niños para matar, robar y violar. Los niños que sobrevivieron, ahora adultos, todavía sufren las consecuencias sicológicas y físicas del espanto que sufrieron; "no pueden olvidar lo que vieron, lo que sufrieron y lo que hicieron", declaró el jefe de los procuradores de la Corte, Luis Moreno-Ocampo, al iniciarse los procedimientos el lunes pasado.
Que no hagan asesinos de tus hijos
Al día de hoy la izquierda en El Salvador mantiene la práctica de reclutar niños, indoctrinarlos y entrenarlos para combatir. En las fotos hechas públicas hace unas semanas, se pudo ver a cabecillas efemelenistas pasando revista a un grupo de individuos uniformados, entre los cuales hay menores de edad. En otra foto, una veintena de jovencitos aparece haciendo ejercicios militares en la noche; lo probable es que varios de ellos estudian en el día y entrenan por la noche. El resto serían mareros, tan vinculados a los rojos.
Los padres de esos jóvenes deben informarse más respecto al uso de los "samuelitos" por la guerrilla. Usualmente los niños eran colocados al frente para atraer el fuego enemigo y así localizar a las tropas del Ejército. En esos ataques los niños morían en su mayor parte.
Belloso, el homicida de los dos policías desarmados de la UMO, reveló en su confesión que su tarea primordial era reclutar jóvenes dentro de la Universidad de El Salvador y en los institutos nacionales, para adiestrarlos como fuerzas de choque. Las familias se sacrifican para formar, alimentar y educar a sus hijos e hijas, para que luego los delincuentes rojos los envenenen y conviertan en terroristas o agitadores callejeros.
Es obvio que ningún padre o madre que no haya perdido la cabeza desea eso para sus hijos. Pero no desearlo no es suficiente: hay que vigilar lo que hacen, con quiénes se reúnen y lo que hablan para que no los conviertan en potenciales asesinos.
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