jueves, 26 de febrero de 2009

Lo que entiendo por cobardía

El FMLN y los Amigos de Funes publicaron anuncios en los que critican fuertemente a Rodrigo Ávila por negarse a debatir con Mauricio Funes ante la cadena de televisión CNN, a pesar de que nunca en la historia de nuestro país se ha dado un debate entre candidatos presidenciales y mucho menos ante cámara extranjera.
Lo anterior me motivó a escribir sobre cobardía, tema al que el FMLN y Amigos de Funes hacen alusión y porque lo que ellos entienden por esta palabra y lo que yo entiendo es diferente.
¿Medimos la cobardía en función de un acto del que no tenemos cultura, como el debate, o la medimos en función de cómo los candidatos abordan los temas de campaña? Como dijo un gran escritor, “la mentira es cobardía y la verdad es valor”. En este sentido, la cobardía se manifiesta cuando se dicen medias verdades o un político calla ante realidades que demandan la necesidad de expresar posiciones claras y condenar abusos y a los abusadores, como actos terroristas o abusos de gobernantes como Ortega y Chávez que atropellan los derechos de los ciudadanos y destruyen la democracia. O como cuando un candidato escoge evadir temas que lo colocan en conflicto con los comandantes de su partido.
Martin Luther King dijo: “La Cobardía se hace la pregunta: ¿Es esto seguro? La Conciencia pregunta: ¿Es esto correcto? Y existen momentos en los que uno debe tomar una posición que no es ni segura ni popular pero que la conciencia te dice que es lo correcto”. No expresar una opinión porque puede molestar a un político o por miedo a represalia es un acto de cobardía. Cuando no se condena a un gobernante por robarse una elección democrática e inclusive cuando se apoya o se aprueba dicha acción por medio de la participación en la misma, como el reciente caso de elecciones en Nicaragua, vemos la cobardía en acción. La cobardía la exhibe aquel que evita vestir los colores de su partido o que evita condenar lo que a todas luces es condenable, como un dictador que busca la reelección indefinida.
Si la mentira es cobardía entonces también lo es tener un discurso para el activista de casa en casa y uno diferente para los empresarios. Igual de cobarde es decir las cosas de tal manera que el público entienda lo que más convenga, hablando de forma ambigua y creando falsas expectativas. Sin duda no es baluarte de valentía aquel que se desentiende del violento comportamiento de sus partidarios y dice “desconozco esos casos de violencia”.
Como dijo Bismark, “la política es el arte de lo posible, mas no de la seducción ni del engaño” y por ello todo programa y ofrecimiento debe remitir a la obligación de respetar y realizar lo enunciado. Los programas fabricados y enunciados recientemente por Funes no son más que castillos en el aire, inviables e irresponsables; un engaño que pretende votos a cambio de falsas expectativas.
Si se insiste en enfocar el tema de cobardía por el debate, entonces habrá que recordarles a los Amigos de Mauricio que Funes recientemente se negó a debatir ante TCS, hecho sobre el cual no emito crítica; sólo me pregunto ¿qué opinarán los dirigentes del Frente y los Amigos de Funes al respecto? ¿Por su misma lógica, los Amigos de Mauricio llamarían cobarde a Funes? Considero poco prudente y apropiado seguir esa lógica, pero ya que el FMLN trajo el tema a la mesa, el votante deberá considerar con quién comparte más valores, con el FMLN y Funes o con ARENA y Rodrigo.

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