sábado, 14 de marzo de 2009

"No estamos para experimentos"

Roberto Murray Meza es un exitoso hombre de negocios que conoció el servicio público desde muy joven; esto le permite tener una visión clara sobre lo que está en juego el próximo 15 de marzo, cuando los salvadoreños decidiremos quién será el próximo presidente de la República.
Murray Meza no se reservó criterios hacia el candidato efemelenista, sobre todo cuando se refiere al manejo de sus cuentas privadas, utilizadas para la campaña proselitista y usar una mansión para vivir: "Para un candidato y periodista esto demuestra una total falta de ética".
Pero más allá de esta apreciación, Murray Meza sabe que los salvadoreños tendrán que elegir el mejor candidato para enfrentar la crisis económica y mundial para lo cual sostiene que ARENA y el candidato Rodrigo Ávila está más preparado, no sólo porque puede dirigir un equipo de técnicos, con experiencia, sino porque tiene el mejor programa económico, surgido de una amplia consulta con diversos sectores de la vida nacional.
El empresario, quien ha sido candidateable a la presidencia de la República en varias ocasiones, plantea que además de "saber manejar la crisis" se necesita garantizar el sistema de libertades, un ambiente de confianza que permita además defender e impulsar nuevos puestos de trabajo.
La incertidumbre generada por la campaña política, algunos brotes de violencia y sobre todo la posibilidad que alcance el poder la izquierda, ha sido negativo para la economía nacional, sostiene Murray Meza.
El presidente de Agrisal nos recibió en su oficina, donde conversó ampliamente con El Diario de hoy, a continuación lo conversado: 
¿Qué está en juego el domingo 15 de marzo?
Mañana nos estaremos jugando nuestro futuro. Durante los últimos 20 años, los salvadoreños hemos trabajado con mucho esfuerzo en crear un nuevo país, y aunque todavía tenemos muchos retos por delante, hemos recorrido un gran camino en el desarrollo económico y social. Se han creado instituciones que nos permiten vivir en democracia con un sistema de libertades personales y jurídicas. Se ha invertido mucho para mejorar el nivel de vida de nuestra gente y se ha invertido en un sistema que promueve la libertad de mercado, regulando los mercados a través de las distintas superintendencias y con un mecanismo de defensoría del consumidor. No podemos arriesgar lo que tanto nos ha costado. 
¿Cuál sería la diferencia central entre un nuevo gobierno presidido por ARENA o uno del FMLN?
Creo que son dos proyectos de gobierno completamente diferentes tanto en lo económico como en lo social, pero la gran diferencia estriba en la coherencia entre lo que se propone y los principios del partido, y en la experiencia que tiene ARENA para implementar programas de gobierno. 
El plan de gobierno presentado por ARENA fue hecho después de un proceso serio de consultas basado en la experiencia de muchos años de gobierno y tomando en cuenta las opiniones de muchas personas y profesionales expertos en los diferentes temas, mientras que el plan del FMLN es una serie de propuestas desarticuladas, las cuales no garantizan el rumbo del país en el futuro y no está claro cómo se articularán y existe la duda si tiene el FMLN la capacidad de implementarlas.
En los temas empleo e inversión, ¿qué implicaría el gane del uno o del otro?
Con el gane de ARENA se generaría una gran confianza en el país, pues el nuevo gobierno garantizaría el sistema democrático con reglas del juego claras y estables. Estoy seguro que tendríamos un gobierno con capacidad técnica y política para ejecutar el plan de trabajo presentado y hacerle frente a la situación económica actual. Esperaría que con ese mensaje de confianza primero se preserven los empleos que tenemos, se genere una mayor inversión por parte del sector privado que se traducirá en más y mejores empleos, y en un ambiente de competencia sana. Con un cambio de gobierno al FMLN se perdería la confianza de los inversionistas en el país, lo cual se convertiría en pérdida de muchos empleos.
Puntualmente, ¿en qué estriba la diferencia entre el proyecto político de ARENA con el del FMLN?
La mayor diferencia estriba en la amenaza que un posible gobierno del FMLN presenta al sistema de libertades que se tienen en el país al día de hoy. No debemos olvidar el sacrificio de tantos salvadoreños por construir estas libertades. Nos hemos acostumbrado a vivir en un país con libertad de prensa, de expresión, de respeto a la propiedad privada, de respeto a la persona humana. En la propuesta del FMLN no está claro si estas libertades se mantendrán, pues aunque hemos oído algunas declaraciones y posiciones del candidato en estos temas, difieren mucho de lo que dicen algunos miembros del partido y especialmente difieren de lo que se vive en países como Venezuela y Cuba, los cuales tienen modelos a los que el FMLN ha elogiado y demostrado su cercanía en muchas ocasiones.
Ha habido algunos hechos de violencia, ¿qué opina?
Decepciona mucho también el incremento en el vandalismo y ataques contra personas y bienes, de parte del FMLN, con la clara intención de intimidar a un votante que ya demostró su gallardía, acudiendo a las urnas, bajo las balas, en los años ochenta. Lo que esto representa en el tipo de gobierno que haría el FMLN.
¿Quién piensa que va a ganar las elecciones y por qué?
Los salvadoreños estamos conscientes de que en estas elecciones se está jugando el futuro del país y vamos a decidir por la mejor opción escogiendo al partido que tiene una comprobada historia democrática. Nos encontramos ante una situación económica mundial que va a requerir, no sólo de la experiencia del candidato, sino que también, de un equipo completo que conforme un nuevo gobierno capaz de afrontar los retos del futuro. 
No podemos darnos el lujo de experimentar sistemas nuevos en estos momentos, el margen de maniobra que se va a encontrar el nuevo gobierno será limitado y nuestra economía es dependiente de la economía global, no podemos cometer errores ni experimentos de ningún tipo. Es importante analizar cuáles de las promesas ofrecidas en una campaña se pueden cumplir y los candidatos deben ser extremadamente responsables en poder implementar éstas. Es por eso que no tengo la menor duda que el candidato Ávila tiene toda la capacidad, no solo de ganar la elección sino de gobernar el país en los próximos cinco años. 
Como presidente del Grupo Agrisal, ¿se sentiría cómodo con ello?
Estoy seguro que un gobierno del candidato Ávila va a lograr gobernar para todos los salvadoreños, afrontando los retos económicos y sociales que tiene el país y logrando consensos económicos y políticos con los diferentes grupos. La capacidad técnica y política del nuevo equipo de gobierno deberá ser de primer nivel y contará con todo el apoyo de los grupos empresariales salvadoreños.
Yo esperaría que un nuevo gobierno de ARENA siga apoyando las estrategias exitosas en el área de formación del recurso humano para aumentar la productividad y competitividad nacional. En este sentido esperaría que se continúe trabajando dentro del Plan Nacional de Educación 2021 que articula muy bien los esfuerzos para mejorar el sistema educativo, ampliando el acceso y la efectividad de la educación, buscando las mejores prácticas de gestión y enfocándose en temas de competitividad.
¿Qué mensaje le mandaría a la clase media?
Definitivamente la clase media tendrá mayores oportunidades con un gobierno de ARENA ya que puede convertirse en motor de desarrollo aprovechando los nuevos programas de capacitación del recurso humano, apoyos a la pequeña y mediana empresa y la creación de programas de vivienda. 
Por otro lado un gobierno que no promueva las libertades económicas afecta directamente a los trabajadores de clase media pues son ellos quienes se ven más afectados, al suspenderse inversiones y cancelarse puestos de trabajo generándose una confrontación entre la clase trabajadora y el gobierno.
Es importante que a la hora de decidir por quién votar pensemos muy bien en el futuro del país, que tomemos en cuenta que lo que un futuro gobierno haga deberá ser construir sobre los que ya se ha alcanzado y también les diría que tengamos mucho cuidado con las promesas que no se pueden cumplir.

viernes, 13 de marzo de 2009

¿Por quién votar y por qué?

Las elecciones para elegir a los gobernantes se caracterizan, entre otras cosas, por ser pacíficas y transparentes. Sin embargo, en nuestra incipiente democracia se distinguen por ser confrontantes y belicosas. Las dos expresiones políticas mayores --ARENA y FMLN-- se enfrentan a muerte para retener o conquistar la presidencia de la República.

La razón se debe, posiblemente, a que antes no se ponía en riesgo el régimen democrático y ahora se ve amenazado seriamente. La contienda electoral es entre dos fuerzas ideológicas irreconciliables. Una defiende la democracia liberal y sus libertades políticas básicas (prensa, pensamiento, reunión, migración, etc.) y la otra, aboga por el socialismo del Siglo XXI y las restricciones o controles de las libertades básicas. O, desde otro punto de vista: el nuevo socialismo le otorga primacía al Gobierno, y la democracia liberal al mercado libre. La historia ha demostrado que la economía socialista es ineficiente e improductiva como sucedió con el socialismo real en la desaparecida Unión Soviética y en las llamadas "democracias populares". El caso de Cuba es ahora ejemplar con una crónica escasez y miseria.

Por ello creo que la mejor opción es votar a favor del candidato que favorezca a la empresa privada y no por el que la amarre. Es un axioma que la empresa privada es motor de desarrollo económico y la empresa estatizada de atraso y estancamiento. No es posible votar por un candidato que se declare enemigo público de la libertad económica, del modelo economía de mercado y de las libertades políticas básicas. Los errores que está cometiendo Mauricio Funes, en la recta final, podría poner en peligro el posible triunfo del FMLN, como dice el Lic. David Ayala Iraheta. Pues por su inexperiencia política está empleando un arma de doble filo. Por una parte acusa a la empresa privada de evasión y elusión fiscal sin tener ninguna prueba. Y cuando se le pide que lo demuestre, sale con la arrogancia de que las presentará cuando "los empresarios lo elijan Presidente de la República".

Es decir, que el propio Funes acepta que no tiene pruebas y, por consiguiente, se trata de una acusación temeraria, mentirosa, sin razón. Y por el otro filo, advierte sobre un posible fraude electoral para impedirle su triunfo en las elecciones, lo que constituye una denuncia muy peligrosa, pues pareciera que existe un complot contra él y su partido, un propósito deliberado de modificar los resultados reales. Pero nuevamente Funes no presenta ninguna prueba, por lo que se deduce que es una táctica perversa para justificar la violencia post-electoral.

Por su completa y feliz ignorancia, Funes olvida que para hacer el papel de censor de la moralidad y la legalidad públicas, debe tener las manos limpias. La Prensa Gráfica, del lunes 9, informó sobre la investigación que está realizando la Unidad de Inicavestigaciones Financieras (UIF) de la FGR por los 3 ó 4 millones de dólares que maneja el candidato en su chequera personal, de la noche a la mañana. Ahora debe demostrar que su cuenta bancaria es justa, legal y razonable. De lo contrario, podría tipificarse como un delito penal.

No es posible creer todavía que para ganar sólo se necesita buena imagen, canciones pegajosas, espotes publicitarios atractivos, jingles pegajosos, eslóganes copiados y muchos, muchísimos, billetes verdes para invertirlo en campañas publicitarias. Lo fundamental es la ideología o principios, el programa de gobierno y el candidato honesto y capaz.

Retórica no le falta al candidato. Lo que puede faltarle es una buena estrategia para traducir sus propuestas en realidad. La empresa privada es la que crea riqueza, invierte capital, crea fuentes de trabajo y contribuye a mantener la estabilidad social. ¿Podrá traducir el candidato sus promesas de campaña en hechos divorciados de la empresa privada? La mayoría dice que no. Hay mucha incertidumbre, inseguridad y desconfianza.

Por las anteriores razones, lo más sensato es votar por la estabilidad --lo que no significa inmovilidad, sino la base para el cambio--, por el Estado de Derecho en el cual impera la ley, la división de poderes, los derechos humanos y la seguridad jurídica.

jueves, 12 de marzo de 2009

“Con el FMLN albergamos temores”: ANEP

Federico Colorado, presidente de la Asociación Nacional de la Empresa Privada (ANEP), asegura que la cercana elección presidencial será decisiva, y que independientemente del candidato que gane, este deberá buscar entendimientos con el sector privado y respetar la iniciativa empresarial.
Se queja, sin embargo, de que no han tenido, como gremial, una exposición de la plataforma que Mauricio Funes, presidenciable del FMLN, impulsaría en caso de ganar las elecciones, y a falta de esta presentación, Colorado dice que toman como referencia las experiencias del sector privado en países con gobiernos de izquierda, y por eso teme que, con un gane del FMLN, se impulsen los modelos políticos aplicados en dichas naciones. Dice que Funes no se acercó a ANEP a explicar su plan, pese a haber sido invitado. “Esperamos que esto no sea una señal de cuál es la prioridad que le están dando al sector empresarial, porque eso sí nos preocuparía bastante”, sostiene. 
A unos días del evento electoral presidencial, ¿cómo ve el escenario político?
De nuestra parte ha existido un interés por conocer todas las propuestas de los institutos políticos. Ahora que básicamente la competencia está reducida a dos partidos hemos tratado de conocer a fondo cuáles son las propuestas concretas. Hemos tenido de parte del partido ARENA la cortesía de haber contado con la presencia del ingeniero Rodrigo Ávila, después tuvimos a todo el equipo que elaboró el plan de gobierno, y luego la visita del candidato a vicepresidente, Arturo Zablah. Hemos discutido bastante a fondo toda la oferta y el programa del partido ARENA. Caso contrario ha sido el FMLN, porque no hubo la cortesía de parte del partido ni del candidato de enviarnos el programa. Tuvimos que mandar a traer el programa a la sede del partido. 
¿Cómo califica los programas de ARENA y del FMLN? 
El programa de ARENA es más completo, mejor estructurado, mejor aterrizado que el folleto que se conoce como programa de gobierno del FMLN, porque en este caso son unas expresiones muy generales de las cuales es imposible hacer un aterrizaje concreto de qué se puede esperar. 
¿Cuáles son las dudas que aún tienen sobre los programas?
Con el FMLN albergamos una gran cantidad de dudas, de reservas, incluso en algunos casos hasta temores de lo que podemos esperar como empresarios de un gobierno del FMLN, porque por un lado está el discurso del candidato que en muchos casos más parece discurso de un candidato de derecha, y por el otro lado está el partido. En el caso del partido la situación es bastante diferente puesto que la alta dirigencia de este está manejando de una forma muy clara, muy abierta, muestras de simpatías, relaciones de negocios con gobiernos como el de Hugo Chávez, de Fidel Castro, que han impulsado en lo que va de su mandato iniciativas que son tremendamente negativas para la empresa privada. Está ocurriendo en países que han dado por seguir el modelo venezolano, como son Ecuador, Bolivia, y más cercano a nuestras puertas Nicaragua. Son situaciones que nos preocupan y es el comentario generalizado en los corredores empresariales. 
¿Por qué afirma que el discurso del candidato del FMLN parece más de derecha y por tanto contrario al discurso de la dirigencia del partido?
Porque (Funes) prácticamente habla de matizar el modelo que se ha venido impulsando en los últimos 20 años en el país. No está diciendo que va a hacer grandes cambios, sino que va a respetar el mercado, los tratados de libre comercio, que va a trabajar de la mano con la empresa privada. Y por el otro lado tenemos que el FMLN ha sido un partido bien caracterizado por ser de izquierda; los dirigentes que están actualmente en la dirigencia del Frente son los más radicales que históricamente ha habido en el Frente. Allí hay un doble discurso, una posición ambigua a qué tenemos que atenernos en caso de ganar el FMLN la Presidencia de la República. Todos estos temores de lo que está ocurriendo en otros países de Latinoamérica no son infundados. Tenemos las posiciones de empresarios de estos países, donde expresan claramente la forma en que se está implementando programas de gobierno que son contrarios al desarrollo de un sistema de libertades, de libre empresa. Debería haber definiciones claras de parte del candidato, de la dirigencia del Frente, en temas tan importantes como su relación con Venezuela, de qué tipo son, hay algún tipo de alianza, no la hay; se seguirá un modelo al estilo venezolano, boliviano, ecuatoriano, nicaragüense, o no se seguirá. Esas cosas deben ser expresadas con contundencia y claridad para que el pueblo salvadoreño tenga bastante claro por qué propuesta es que está votando.  
¿Qué piensa de los modelos aplicados en esos países?
El Frente expresa, desde la campaña de 2004, que va a impulsar un gobierno basado en la Constitución de la República. Precisamente lo que está ocurriendo en todos estos países es que a través de la Constitución de la República primero se elige una Asamblea Constituyente, luego plantea modificaciones a los textos constitucionales y luego empiezan a hacer un desmontaje de todo lo que conocemos como un sistema de libertades, de economía de mercado. Y son preocupaciones concretas, reales, que no las estamos inventando, aquí están los documentos. 
¿Teme que eso ocurre aquí?
No, lo que estamos diciendo es que esto debería expresarse con claridad. Por ejemplo, el presidente de los empresarios en Bolivia dice: “No nos fijamos que el mismo modelo de constitución estaba contagiando a todo el continente, tampoco nos percatamos de que la preciosa y tan significativa palabra libertad no figuraba en los discursos de ese proyecto político”. Ellos están planteando precisamente un sistema basado en un modelo de constitución. 
¿No les parece que el planteamiento del FMLN está definido?
Probablemente ellos tengan definido qué es lo que van a hacer, pero nosotros nos reservamos nuestras dudas, nuestros temores, preocupaciones, porque no lo han dicho con claridad. Diputados del Frente han estado apoyando todas las iniciativas venezolanas, tienen negocios con ese gobierno a través de la empresa Alba Petróleos, y claramente se ve a Ramiro, Orestes, Nidia, la alta dirigencia con una marcada simpatía por el gobierno de Hugo Chávez. Eso no lo inventamos los empresarios, como tampoco lo que está ocurriendo en Suramérica y Nicaragua; eso es una realidad que es palpable, comprobable. Aquí el peligro es que todos estos movimientos no son aislados, son parte de un mismo proyecto político. Lo más grave es que los invitamos a nuestra sede y no tenemos ninguna respuesta, no tienen interés, no estamos en sus prioridades. 
¿Incidirá esto en los votantes?
La campaña está bastante polarizada con una serie de mensajes que se están enviando de ambos institutos políticos. No solo hacemos un llamado a que se asista masivamente a votar, sino más que todo a reflexionar a la hora de emitir ese voto, porque acá de alguna manera estamos decidiendo sobre el futuro de nuestras familias, de nuestro trabajo, de nuestro país, el sistema en el que queremos vivir.  
¿Cree que esta será una elección bastante cerrada?
Lo que tenemos es un empate, por hoy, según los últimos sondeos de opinión; al haber un empate la lucha se está centrando en los indecisos, que al final son los que van a decidir la elección. Vamos a respetar la voluntad del pueblo salvadoreño expresada en las urnas el 15 de marzo y vamos a trabajar con el gobierno que la población decida. Básicamente vamos a seguir haciendo lo mismo, nuestras propuestas, nuestras críticas, nuestros análisis, conversando con los funcionarios. Los cambios, matices, la forma de hacer esta labor institucional de la empresa privada organizada puede cambiar en la medida que no existan coincidencias con un determinado gobierno, o que se estén impulsando acciones indebidas que van en contra de la iniciativa privada, del sistema de libertad, de la libertad de expresión, de la propiedad privada. En esa medida es que el actuar de los empresarios puede ser beligerante o no; puede ser un actuar de mucha normalidad dependiendo de las acciones que impulse el nuevo gobierno. 
¿Hay incertidumbre sobre el desarrollo de la empresa privada, tras un triunfo del FMLN?
Eso va a depender, si es que hubiera un cambio con el FMLN, cómo desarrollen su programa de gobierno, el grado en que entiendan lo importante que es el trabajo conjunto.

“La franquicia de Chávez siempre ha sido el FMLN”: Quiroga, ex presidente de Bolivia

Asegura que llegó al país de manera circunstancial. Vino invitado al foro “Valores democráticos y libertad”, montado por la Organización Demócrata Cristiana de América (ODCA), desarrollado el jueves y al que asistió el presidente Antonio Saca. También se cruzó en el hotel sede del evento con Rodrigo Ávila, candidato presidencial de ARENA. Quiroga, férreo crítico del presidente de Venezuela, Hugo Chávez, sustituyó en 2001 en la presidencia de Bolivia al general Hugo Bánzer, quien había ganado las elecciones en 1997, posterior a su período como presidente de facto entre 1971-1978.
El ex mandatario insistió en que Chávez tiene un proyecto hemisférico de dominación y que el FMLN es una de sus franquicias.
Quiroga asegura que su presencia no es intervención en los asuntos políticos del país y que solo ha venido a contar su experiencia.
¿Cuál es la experiencia de Bolivia con Chávez? 
Es similar a la de Nicaragua, Ecuador y la de Paraguay. La ingerencia, que empieza en 2000 de forma rudimentaria, hoy es más sofisticada. El actual gobierno de Bolivia es propiedad absoluta y completa de Hugo Chávez.
¿Por qué siguen ganando elecciones Chávez, Evo Morales y Rafael Correa? 
Es evidente que en Venezuela ha habido un desgaste y descrédito del sistema de partidos, que aprovecha Chávez. Los culpa de corrupción, pero ahora tiene que montar un régimen totalitario porque no da respuestas sociales, económicas. Ahora, el sistema de Chávez es extremadamente sofisticado para campañas, no es ya rudimentario, hoy es con equipos de comunicación, publicidad tremendamente efectiva. Los supuestos grupos que se decían de izquierda usan a los pobres para tomar el poder con la petrochequera de Chávez. Y mientras más pequeño es el país, más lejos llega la petrochequera. También, para ser objetivos, en Suramérica hemos tenido años de gran bonanza económica, y una situación económica bonancible le da más aceptación a los gobiernos que han podido sostener sus promesas populistas. 
¿Explíqueme cómo se conecta esto con El Salvador?  
El proyecto de Chávez es hemisférico y hoy es más efectivo. Cuando no ha tenido gobiernos doblegados o sometidos, a trabajado a través de franquicias. En Bolivia era el movimiento cocalero hasta que llega al gobierno; en Colombia las FARC; en Perú Ollanta Humala. En Centroamérica ha tenido dos franquicias de mucha data, sandinistas en Nicaragua y FMLN en El Salvador, una relación irreversiblemente estrecha. Cuando llega la época de campaña el proyecto chavista es de un pragmatismo absoluto, no es dogmático, si hay que buscar candidatos que no asusten. Aquí la franquicia de Chávez siempre ha sido el FMLN, ahora tienen un candidato que es una personalidad atractiva conocida, no vinculada al FMLN. Son los salvadoreños quienes decidirán —conscientes de cómo trabaja Chávez— si ese es un escenario que quieren que llegue o no.  
Funes plantea que esa vinculación responde a una campaña de miedo dirigida a paralizar a la población, y que constitucionalmente el presidente será él
Hay muchas circunstancias en países donde un partido consolidado a invitado a un candidato independiente y siempre existe una duda sobre si va a mandar el candidato o el partido. Si no hubiera Chávez las posibilidades son mitad y mitad; pero si hay un candidato invitado y un partido que es franquicia de larga data de Chávez con PDVSA atrás, este lado tiene más peso. Si alguien quiere ser presidente tiene que preocuparse de la gobernabilidad en el parlamento. Pero de los diputados que entraron cuántos son del candidato y cuántos del partido. Dicen que cero del candidato. Si me preguntan quién va a prevalecer, les digo que observen la lista parlamentaria. Pues la gobernabilidad de un presidente pasa por trabajar coordinadamente con el parlamento.
¿No sería un suicidio político para el FMLN pelearse con Funes y sus líneas de gobierno? 
En circunstancias normales debería de haber coordinación, pero eso debería de haber empezado en la conformación de las listas. Si es un candidato invitado que ha atraído un grupo de profesionales o a otra gente independiente, eso se debería haber reflejado en las listas. Para nadie es conveniente pelearse, ni el presidente con el congreso ni viceversa; la pregunta es quién va a fijar la línea dominante. Chávez es tan flexible y pragmático en campaña que permite que las candidaturas que apoya tengan la flexibilidad de distanciarse de él, y la mejor forma de distanciarse es decir: “Estoy con Lula (da Silva) o Tabaré Vásquez”. En gobierno sí exige fidelidades.
¿Funes está mintiendo, es parte de la trama? 
Yo no voy a hacer juicios de valor. No sé si es mentira o no, pero ahí está (anunciado) Obama y Lula. Lo que sí sé es cómo funciona el sistema chavista. Y si es necesario un distanciamiento táctico en campaña, he visto que lo han hecho en otros países.  
¿Son posibles escenarios? 
Estoy explicando lo que pasó en Paraguay, en Bolivia y Ecuador para que entiendan que este fenómeno tiene una expresión cuando Chávez financia una franquicia. En la campaña tiene otra dimensión y cuando toman el gobierno, el sometimiento es completo y absoluto. 
¿Está planteando que no se vote por Funes? 
Estoy explicando que el proyecto de Chávez es de alcance hemisférico y amenaza a las democracias. 
¿Será que el candidato busca equilibrar poder con el partido acercándose a presidentes más moderados como Lula o Bachelet? 
No le quiero hacer predicciones, estoy contando lo que he vivido y ya he visto esto en varios países. En Ecuador, Correa decía: Lula, y ha expulsado empresas brasileñas, pero con Chávez siempre abrazos.

Final de campaña

Faltan pocas horas para el día de las votaciones. Ya no hay mensajes publicitarios en los medios. Atrás quedaron aquellas encuestas que proyectaban una "aplastante e irreversible victoria" del FMLN en las dos elecciones de este año. Atrás quedó el triunfalismo en esas filas. Los resultados del domingo 18 de enero, cambiaron de manera brusca el escenario electoral de cara a las elecciones presidenciales.
Muy a pesar de los esfuerzos que hizo Mauricio Funes para salvar del naufragio a Violeta Menjívar, Norman Quijano se alzó con la victoria en San Salvador. Resultó que no era cierto lo de la imbatibilidad del candidato rojo. Luego de ese día pasó que el partido ARENA, que venía de sufrir un muy difícil proceso interno, se unificó. Y luego pasó algo inédito en la historia del país: tres de los partidos participantes en el proceso, se aliaron con el partido en el poder, para derrotar al FMLN.
Lo usual es que los partidos de oposición se unan para luchar contra el partido oficial, sobre todo si éste lleva varios años en el poder. Pero acá fue al revés. El asunto no deja de sorprender. Cuando todo comenzó, la candidatura de Rodrigo Ávila parecía condenada a la soledad. Ni siquiera se veía capaz de unificar a su propio partido. Pero esa candidatura cierra campaña no sólo aglutinando a ARENA, sino a todas las fuerzas democráticas del país, incluso a importantes sectores de la izquierda no radical.
Por el contrario, la candidatura de Mauricio Funes que inició con certezas y prematuras arrogancias de ganador indiscutible, cerró en medio de tensiones con su propio partido, con importantes empresarios y periodistas. En los últimos días de campaña a Funes se le vio ante la prensa, permanentemente aclarando cosas y proponiendo nada. Lo de acusar a Rodrigo Ávila de cosas graves en base a una entrevista fabricada fue también un grave error. Todo lo que Funes diga después de esa falsa acusación, tiene muy poca credibilidad.
Pasada la campaña el candidato Funes y su partido tendrán que aclarar también de dónde ha salido el dinero para financiar la más onerosa campaña publicitaria en la historia del país. Tan onerosa, que no sólo ha superado al partido ARENA en materia de inversión publicitaria, sino también para cambiar el estilo de vida del candidato presidencial de acuerdo a las noticias.
Cierre de campaña sorprendente. Casi a la inversa con lo que ocurría hace meses. Sin embargo a pesar de la notoria recuperación de ARENA, nada está escrito todavía. Todo parece indicar que los resultados serán muy apretados. Las votaciones serán hasta el domingo. Hay todavía algunas horas para meditar con tranquilidad. Insisto que al final la elección trasciende a los partidos políticos. Al final se trata de una consulta sobre el sistema político.
El FMLN, más allá de lo que digan los anuncios publicitarios de su candidato y articulistas como Roberto Turcios, tiene la firme convicción de llevar a nuestro país por los sinuosos y sombríos caminos del socialismo del Siglo XXI, bajo la batuta de Hugo Chávez. Nunca los comandantes lo negaron, nunca Mauricio Funes, a lo largo de su campaña tuvo claridad en rechazar de manera categórica al tipo de regímenes como los de Cuba y Venezuela.
Roberto Turcios, en su última columna, sigue alegando que hay una campaña de miedo y sugiere que el FMLN no tiene ningún deseo de llevar al país por la misma ruta donde ya marchan Ecuador, Bolivia y Nicaragua. Para respaldar semejante alegato hace una desafortunada comparación entre esta campaña y la de 1972. Tiempos distintos, protagonistas distintos, Roberto.
En 1972, los comunistas en la Unión Nacional Opositora, eran una minoría. En el FMLN son todo. Ni Mauricio Funes es Napoleón Duarte (las diferencias son de todo tipo: oratoria, preparación académica, trayectoria, vida privada, etc.). Y menos Salvador Sánchez Cerén es Guillermo Manuel Ungo (acá las diferencias son todavía más dramáticas).
La Unión Nacional Opositora rechazaba a los gobiernos militares totalitarios, mientras que el FMLN es aliado de un gobierno militar dictatorial, encabezado por un verdadero gorila. No hay simulación en las declaraciones de José Luís Merino, ni en las aspiraciones históricas de las fuerzas que quedaron en poder de lo que fue el FMLN.
Que me disculpe Roberto Turcios y los tres o cuatro articulistas que piensan como él, pero no hay nada, absolutamente nada, que indique que el FMLN ha renunciado a su sueño socialista revolucionario (hoy por hoy encarnado en el modelo político venezolano). Sobre eso queridos lectores es la elección del domingo.

“Hay una abierta confrontación entre el FMLN y el sector privado”

Rafael Barraza resume en una palabra lo que El Salvador necesita para poder superar el difícil escenario económico actual: confianza.
En momentos en que a la ya tradicional incertidumbre electoral se han sumado los efectos de una desaceleración económica mundial, este economista y analista asegura que el color de la bandera del próximo presidente de la República incidirá en la capacidad del país para sobrellevar los efectos de la crisis económica internacional.
Considera válidos los señalamientos de diferentes empresarios en cuanto a los efectos que traería que tendría un giro a la izquierda en el Ejecutivo, y critica la falta de claridad en la plataforma gubernamental presentada en el FMLN. A ARENA, asegura Barraza, le respalda la experiencia de 20 años en el poder y el apoyo que le han expresado diferentes grupos del sector privado.
¿Cuál es su valoración sobre la coyuntura electoral actual?
Ha sido un escenario político muy cerrado. Todas las encuestas muestran que será una elección muy reñida. Ha sido también una elección bastante peleada, que incluso en algunos casos se ha vuelto confrontativa. 
¿Cómo ve esta combinación de incertidumbre electoral y un panorama económico complicado?
Estas elecciones se están dando en un contexto económico que es el más difícil que ha enfrentado el país en mucho tiempo, estas elecciones no solo tienen un componente político, sino que también tienen un importante componente económico porque, dependiendo de la capacidad del equipo económico del gobernante, vamos a poder salir airosos o vamos a poder agravar los efectos de esta situación internacional sobre nuestro país.
¿Qué le parecen las propuestas económicas que han expuesto ambos candidatos?
En general hay poco, en los programas de gobierno, que tiene que ver con el manejo de la coyuntura económica actual. En general se ha dicho poco sobre el tema, y en realidad ese será el primer reto que va a enfrentar el nuevo gobierno. Obviamente hay un tema de confianza del sector privado detrás, por un lado hay una abierta confrontación entre el sector privado y el FMLN, que uno lo puede observar en temas de ANEP, de Cámara de Comercio y otros casos. Por otro lado hay una muestra de confianza del sector privado en ARENA. Ese puede ser un factor determinante, tanto de la elección como de los resultados que veamos en el tema económico después de las elecciones. 
Una de las principales críticas a los planes de gobierno de ambos partidos es la falta de claridad en los temas económicos, ¿cuáles cree usted que son las fortalezas y debilidades de estos planes?
Por el lado de ARENA yo diría que la fortaleza es que se tiene un documento bien estructurado, se consultó a una gran cantidad de personas y se involucró al sector privado y se conocen ya las líneas de acción del plan. Por el lado del FMLN se conoce relativamente poco, es un documento más corto, más sintético, están trazadas algunas líneas de acción, y hay un poco de vaguedad sobre algunos temas que serían importantes para el futuro económico del país. Ambos partidos han sido bastante mediáticos, pero el programa de ARENA es más contundente, contiene propuestas más claras, tiene elementos innovadores y positivos para la economía del país, mientras que el planteamiento del FMLN se mantiene bastante general y las cosas concretas que se han anunciado no han sido más que spots de publicidad. 
¿Cuáles cree que son los grandes temas ausentes en las plataformas económicas?
Para darle un ejemplo, ninguno de los dos partidos ha dicho claramente cómo va a hacer para enfrentar esta situación internacional, obviamente que estamos en campaña y a lo mejor están esperando el resultado para encarar este tema. Ninguno de los dos partidos ha definido un plan muy claro ni ha identificado como prioridad número uno el enfrentar la situación internacional de una manera efectiva.
Analistas coinciden en que lo peor de la crisis golpeará a El Salvador este año, ¿cuáles deberían ser las medidas a tomar por el nuevo presidente para poder hacer frente a esto?
El nuevo presidente tiene el reto de crear confianza. Después de una elección muy confrontativa la próxima semana el primer reto del nuevo presidente será crear confianza en el país y en la situación económica. Para eso va a tener que identificar un claro rumbo, tener un excelente equipo, y generar consenso sobre ese programa de gobierno. La próxima semana el tono cambia porque obviamente habría ya un ganador, y lo primero que tiene que hacer este nuevo gobernante es mostrar liderazgo, unir en un esfuerzo de país a los opositores y dar señales muy claras de que se va a actuar decisivamente para enfrentar esta situación. 
¿Cree que habrá diferencias en el abordaje de la crisis si gana ARENA o si gana el FMLN?
Sí, está clarísimo, hay matices importante entre un partido y otro. La confianza va a ser un tema clave en la elección y en la etapa post elecciones. En la medida que se genere confianza en el sector privado y en el futuro del país, se van a tener mejores resultados. La verdad es que, analizando eso, uno realmente duda de que el FMLN va a poder lograr confianza en el sector privado para poder gobernar, si ganara las elecciones, y uno pensaría que ARENA, habiendo estado en el poder 20 años, obviamente va a ser un trabajo mucho más tranquilo y mucho más fácil el implementar un plan de gobierno orientado a resolver los problemas de esta situación internacional.
¿Cree que son válidas las expresiones de diferentes empresarios, preocupados por temas como el libre mercado, tras un eventual gane del FMLN?
Sí, porque ARENA ha estado ya en el poder 20 años, entonces tiene ya un récord muy claro de lo que piensa y lo que hace. Por otra parte el FMLN no ha estado en el gobierno, tiene contradicciones importantes entre el candidato y el partido, y no tiene ese récord, esas muestras de hechos concretos, si a eso le añadimos el tema de la confianza, realmente hay una preocupación por parte del sector privado a un gane del FMLN, por sus consecuencias políticas y económicas en el país. 
¿Cree que la incertidumbre habitual de los períodos electorales ha sido más marcada este año?
Efectivamente, además del escenario internacional adverso tenemos que se han congelado inversiones importantes, y que están a la espera del resultado de las elecciones, y esperan señales claras del rumbo de la política económica en el país.
¿Qué puntos de la propuesta electoral del FMLN cree que generan más nerviosismo?
Hace falta claridad en la plataforma del FMLN sobre varios puntos. En primer lugar, sobre el rol del sector privado, obviamente que la plataforma del FMLN le concede una importancia grande al gobierno, y eso puede implicar una mayor intervención del Gobierno en áreas que son más efectivas y eficientes en el sector privado. Segundo, hay un tema que genera incertidumbre en cuanto a tributación. En este momento, con una situación complicada a nivel internacional, realmente ajustar de una manera importante el tema tributario podría tener consecuencias negativas sobre la actividad económica. Hay también incertidumbre sobre el tema monetario y financiero, las propuestas han sido bastante vagas en cuanto a la dolarización y su futuro en el país. Finalmente, el último dilema que causa duda es si están dispuestos a ahorrar las deudas que ha contraído el país en el pasado. Estos factores son importantísimos. 
¿Tras el 15 de marzo se logrará superar la incertidumbre?
Después del 15 de marzo se empieza a aclarar el panorama, pero la velocidad en que se superen depende de que el nuevo gobierno despeje las dudas que hay, y concentre los esfuerzos del sector público y privado en mantener y generar más empleos, más inversión, y enfocarse en evitar que incremente la pobreza en el país.
El país tiene una situación complicada en sus finanzas, con esta limitación, ¿qué puede hacer el nuevo gobierno para superar la crisis internacional?
Lo primero es la confianza, de nada sirve que tenga fondos el gobierno si no genera confianza en el país. El segundo tema es el financiamiento del aparato fiscal, y eso requiere un acuerdo importante para mantener los niveles de deuda y financiar de una manera adecuada los niveles de déficit que enfrentamos. Finalmente, requiere de una focalización del gasto, priorizando la atención a los más vulnerables y la inversión que genere mayor productividad en el país. 
¿Qué pasaría si no se logra generar esta confianza?
Si no se logra, solo tenemos un camino por delante, que es empeorar. Tenemos que crear confianza, lograr consensos para salir adelante todos como salvadoreños, y tener un mejor futuro.

Peligran remesas y TPS si el FMLN gana

Una victoria del FMLN en las elecciones presidenciales del 15 de marzo obligaría al gobierno de Barack Obama a hacer una revisión total de la relación de los Estados Unidos con El Salvador, y podría requerir el "cese de los privilegios del TPS" para los salvadoreños y un "estricto control de las remesas", argumentaron ayer Dana Rohrabacher y Connie Mack, congresistas de los estados de California y de Florida, respectivamente.
"Si el FMLN llegase a ganar este domingo, El Salvador se convertiría rápidamente en un satélite y en un procurador de Venezuela, Rusia y quizás Irán", advirtió Mack durante la sesión del congreso, y agregó: "Necesitamos sopesar las potenciales ramificaciones de tal elección y su impacto en nuestras relaciones (con El Salvador), sobre todo en cuanto a las amplias y extendidas políticas sobre el TPS y sobre el flujo de remesas".
Rohrabacher insistió en que El Salvador ha sido un importante aliado de los Estados Unidos en el combate al narcotráfico y en la guerra de Irak, y de que, por lo tanto, los privilegios de legalización temporal para los inmigrantes salvadoreños ilegales han sido una merecida concesión a "un amigo". ¿Por qué, entonces, exigiría condiciones y restricciones para El Salvador si llegase a gobernar el FMLN?
"Mi propósito", aclaró Rohrabacher, "no es castigar a los salvadoreños, pero si un gobierno pro-terrorista toma el poder, será imperativo que revisemos nuestras políticas con el fin de proteger la seguridad nacional de los Estados Unidos".
Tanto Rohrabacher como Mack son miembros del subcomité de asuntos hemisféricos, y tienen influencia y poder de decisión en la formulación y la legislación de la política exterior estadounidense en relación con temas de seguridad nacional.
Dado que El Salvador recibe cantidades multimillonarias de ayuda económica y técnica, así como consideraciones especiales como el TPS, es parte del trabajo legislativo de Rohrabacher y Mack revisar la política hacia El Salvador si ocurriera un cambio substancial o "radical" de gobierno.
El fin al TPS y a las Remesas
Si Mauricio Funes gana la elección del 15 de marzo Rohrabacher propone dos cambios a la política exterior hacia El Salvador: la terminación definitiva del TPS y el estricto control de las remesas.
"Si el FMLN asume el gobierno de El Salvador, será necesario que las autoridades de los Estados Unidos consideren los vínculos del FMLN con grupos violentos antiamericanos y con grupos identificados como terroristas y, sobre esa base, proceder a la terminación inmediata del TPS para El Salvador", indicó Rohrabacher.
En segundo lugar, indicó, un "gobierno del FMLN podría requerir el estricto control de las remesas".
"Dada la naturaleza pro-terrorista del FMLN, y sus vínculos con grupos terroristas", expuso Rohrabacher, "si el FMLN ocupa el gobierno en El Salvador, será urgente aplicar controles especiales al flujo de remesas de los Estados Unidos a El Salvador, que alcanza los cuatro mil millones de dólares por año".
Dado que las leyes anti-terroristas de los Estados Unidos se han endurecido desde el ataque a Nueva York y a Washington ocurrido el 11 de septiembre de 2001, si hay pruebas de que un gobierno constituye una amenaza a los intereses de seguridad de los Estados Unidos, Obama podría verse obligado a aplicar fuertes restricciones y controles a todas las fuentes de financiamiento hacia El Salvador.
"Este comité", afirmó Rohrabacher, "tendrá que examinar y considerar la terminación del flujo de las remesas a El Salvador, tanto de nuestro país, en nuestra moneda, o utilizando nuestro sistema financiero y nuestros medios de telecomunicaciones vía terrestre o satelital".
Este control, explicó el congresista, lo ejercerá el Departamento del Tesoro (Hacienda); en cuanto al TPS, el Departamento de Seguridad Nacional, "tendrá que llevar a cabo una revisión masiva de los salvadoreños que residen o entran ilegalmente a los Estados Unidos".
Rohrabacher y Mack sostuvieron que estas medidas serán necesarias porque "el FMLN sería un contraparte poco fiable".
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