jueves, 12 de marzo de 2009

“La franquicia de Chávez siempre ha sido el FMLN”: Quiroga, ex presidente de Bolivia

Asegura que llegó al país de manera circunstancial. Vino invitado al foro “Valores democráticos y libertad”, montado por la Organización Demócrata Cristiana de América (ODCA), desarrollado el jueves y al que asistió el presidente Antonio Saca. También se cruzó en el hotel sede del evento con Rodrigo Ávila, candidato presidencial de ARENA. Quiroga, férreo crítico del presidente de Venezuela, Hugo Chávez, sustituyó en 2001 en la presidencia de Bolivia al general Hugo Bánzer, quien había ganado las elecciones en 1997, posterior a su período como presidente de facto entre 1971-1978.
El ex mandatario insistió en que Chávez tiene un proyecto hemisférico de dominación y que el FMLN es una de sus franquicias.
Quiroga asegura que su presencia no es intervención en los asuntos políticos del país y que solo ha venido a contar su experiencia.
¿Cuál es la experiencia de Bolivia con Chávez? 
Es similar a la de Nicaragua, Ecuador y la de Paraguay. La ingerencia, que empieza en 2000 de forma rudimentaria, hoy es más sofisticada. El actual gobierno de Bolivia es propiedad absoluta y completa de Hugo Chávez.
¿Por qué siguen ganando elecciones Chávez, Evo Morales y Rafael Correa? 
Es evidente que en Venezuela ha habido un desgaste y descrédito del sistema de partidos, que aprovecha Chávez. Los culpa de corrupción, pero ahora tiene que montar un régimen totalitario porque no da respuestas sociales, económicas. Ahora, el sistema de Chávez es extremadamente sofisticado para campañas, no es ya rudimentario, hoy es con equipos de comunicación, publicidad tremendamente efectiva. Los supuestos grupos que se decían de izquierda usan a los pobres para tomar el poder con la petrochequera de Chávez. Y mientras más pequeño es el país, más lejos llega la petrochequera. También, para ser objetivos, en Suramérica hemos tenido años de gran bonanza económica, y una situación económica bonancible le da más aceptación a los gobiernos que han podido sostener sus promesas populistas. 
¿Explíqueme cómo se conecta esto con El Salvador?  
El proyecto de Chávez es hemisférico y hoy es más efectivo. Cuando no ha tenido gobiernos doblegados o sometidos, a trabajado a través de franquicias. En Bolivia era el movimiento cocalero hasta que llega al gobierno; en Colombia las FARC; en Perú Ollanta Humala. En Centroamérica ha tenido dos franquicias de mucha data, sandinistas en Nicaragua y FMLN en El Salvador, una relación irreversiblemente estrecha. Cuando llega la época de campaña el proyecto chavista es de un pragmatismo absoluto, no es dogmático, si hay que buscar candidatos que no asusten. Aquí la franquicia de Chávez siempre ha sido el FMLN, ahora tienen un candidato que es una personalidad atractiva conocida, no vinculada al FMLN. Son los salvadoreños quienes decidirán —conscientes de cómo trabaja Chávez— si ese es un escenario que quieren que llegue o no.  
Funes plantea que esa vinculación responde a una campaña de miedo dirigida a paralizar a la población, y que constitucionalmente el presidente será él
Hay muchas circunstancias en países donde un partido consolidado a invitado a un candidato independiente y siempre existe una duda sobre si va a mandar el candidato o el partido. Si no hubiera Chávez las posibilidades son mitad y mitad; pero si hay un candidato invitado y un partido que es franquicia de larga data de Chávez con PDVSA atrás, este lado tiene más peso. Si alguien quiere ser presidente tiene que preocuparse de la gobernabilidad en el parlamento. Pero de los diputados que entraron cuántos son del candidato y cuántos del partido. Dicen que cero del candidato. Si me preguntan quién va a prevalecer, les digo que observen la lista parlamentaria. Pues la gobernabilidad de un presidente pasa por trabajar coordinadamente con el parlamento.
¿No sería un suicidio político para el FMLN pelearse con Funes y sus líneas de gobierno? 
En circunstancias normales debería de haber coordinación, pero eso debería de haber empezado en la conformación de las listas. Si es un candidato invitado que ha atraído un grupo de profesionales o a otra gente independiente, eso se debería haber reflejado en las listas. Para nadie es conveniente pelearse, ni el presidente con el congreso ni viceversa; la pregunta es quién va a fijar la línea dominante. Chávez es tan flexible y pragmático en campaña que permite que las candidaturas que apoya tengan la flexibilidad de distanciarse de él, y la mejor forma de distanciarse es decir: “Estoy con Lula (da Silva) o Tabaré Vásquez”. En gobierno sí exige fidelidades.
¿Funes está mintiendo, es parte de la trama? 
Yo no voy a hacer juicios de valor. No sé si es mentira o no, pero ahí está (anunciado) Obama y Lula. Lo que sí sé es cómo funciona el sistema chavista. Y si es necesario un distanciamiento táctico en campaña, he visto que lo han hecho en otros países.  
¿Son posibles escenarios? 
Estoy explicando lo que pasó en Paraguay, en Bolivia y Ecuador para que entiendan que este fenómeno tiene una expresión cuando Chávez financia una franquicia. En la campaña tiene otra dimensión y cuando toman el gobierno, el sometimiento es completo y absoluto. 
¿Está planteando que no se vote por Funes? 
Estoy explicando que el proyecto de Chávez es de alcance hemisférico y amenaza a las democracias. 
¿Será que el candidato busca equilibrar poder con el partido acercándose a presidentes más moderados como Lula o Bachelet? 
No le quiero hacer predicciones, estoy contando lo que he vivido y ya he visto esto en varios países. En Ecuador, Correa decía: Lula, y ha expulsado empresas brasileñas, pero con Chávez siempre abrazos.

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