Rafael Barraza resume en una palabra lo que El Salvador necesita para poder superar el difícil escenario económico actual: confianza.
En momentos en que a la ya tradicional incertidumbre electoral se han sumado los efectos de una desaceleración económica mundial, este economista y analista asegura que el color de la bandera del próximo presidente de la República incidirá en la capacidad del país para sobrellevar los efectos de la crisis económica internacional.
Considera válidos los señalamientos de diferentes empresarios en cuanto a los efectos que traería que tendría un giro a la izquierda en el Ejecutivo, y critica la falta de claridad en la plataforma gubernamental presentada en el FMLN. A ARENA, asegura Barraza, le respalda la experiencia de 20 años en el poder y el apoyo que le han expresado diferentes grupos del sector privado.
¿Cuál es su valoración sobre la coyuntura electoral actual?
Ha sido un escenario político muy cerrado. Todas las encuestas muestran que será una elección muy reñida. Ha sido también una elección bastante peleada, que incluso en algunos casos se ha vuelto confrontativa.
¿Cómo ve esta combinación de incertidumbre electoral y un panorama económico complicado?
Estas elecciones se están dando en un contexto económico que es el más difícil que ha enfrentado el país en mucho tiempo, estas elecciones no solo tienen un componente político, sino que también tienen un importante componente económico porque, dependiendo de la capacidad del equipo económico del gobernante, vamos a poder salir airosos o vamos a poder agravar los efectos de esta situación internacional sobre nuestro país.
¿Qué le parecen las propuestas económicas que han expuesto ambos candidatos?
En general hay poco, en los programas de gobierno, que tiene que ver con el manejo de la coyuntura económica actual. En general se ha dicho poco sobre el tema, y en realidad ese será el primer reto que va a enfrentar el nuevo gobierno. Obviamente hay un tema de confianza del sector privado detrás, por un lado hay una abierta confrontación entre el sector privado y el FMLN, que uno lo puede observar en temas de ANEP, de Cámara de Comercio y otros casos. Por otro lado hay una muestra de confianza del sector privado en ARENA. Ese puede ser un factor determinante, tanto de la elección como de los resultados que veamos en el tema económico después de las elecciones.
Una de las principales críticas a los planes de gobierno de ambos partidos es la falta de claridad en los temas económicos, ¿cuáles cree usted que son las fortalezas y debilidades de estos planes?
Por el lado de ARENA yo diría que la fortaleza es que se tiene un documento bien estructurado, se consultó a una gran cantidad de personas y se involucró al sector privado y se conocen ya las líneas de acción del plan. Por el lado del FMLN se conoce relativamente poco, es un documento más corto, más sintético, están trazadas algunas líneas de acción, y hay un poco de vaguedad sobre algunos temas que serían importantes para el futuro económico del país. Ambos partidos han sido bastante mediáticos, pero el programa de ARENA es más contundente, contiene propuestas más claras, tiene elementos innovadores y positivos para la economía del país, mientras que el planteamiento del FMLN se mantiene bastante general y las cosas concretas que se han anunciado no han sido más que spots de publicidad.
¿Cuáles cree que son los grandes temas ausentes en las plataformas económicas?
Para darle un ejemplo, ninguno de los dos partidos ha dicho claramente cómo va a hacer para enfrentar esta situación internacional, obviamente que estamos en campaña y a lo mejor están esperando el resultado para encarar este tema. Ninguno de los dos partidos ha definido un plan muy claro ni ha identificado como prioridad número uno el enfrentar la situación internacional de una manera efectiva.
Analistas coinciden en que lo peor de la crisis golpeará a El Salvador este año, ¿cuáles deberían ser las medidas a tomar por el nuevo presidente para poder hacer frente a esto?
El nuevo presidente tiene el reto de crear confianza. Después de una elección muy confrontativa la próxima semana el primer reto del nuevo presidente será crear confianza en el país y en la situación económica. Para eso va a tener que identificar un claro rumbo, tener un excelente equipo, y generar consenso sobre ese programa de gobierno. La próxima semana el tono cambia porque obviamente habría ya un ganador, y lo primero que tiene que hacer este nuevo gobernante es mostrar liderazgo, unir en un esfuerzo de país a los opositores y dar señales muy claras de que se va a actuar decisivamente para enfrentar esta situación.
¿Cree que habrá diferencias en el abordaje de la crisis si gana ARENA o si gana el FMLN?
Sí, está clarísimo, hay matices importante entre un partido y otro. La confianza va a ser un tema clave en la elección y en la etapa post elecciones. En la medida que se genere confianza en el sector privado y en el futuro del país, se van a tener mejores resultados. La verdad es que, analizando eso, uno realmente duda de que el FMLN va a poder lograr confianza en el sector privado para poder gobernar, si ganara las elecciones, y uno pensaría que ARENA, habiendo estado en el poder 20 años, obviamente va a ser un trabajo mucho más tranquilo y mucho más fácil el implementar un plan de gobierno orientado a resolver los problemas de esta situación internacional.
¿Cree que son válidas las expresiones de diferentes empresarios, preocupados por temas como el libre mercado, tras un eventual gane del FMLN?
Sí, porque ARENA ha estado ya en el poder 20 años, entonces tiene ya un récord muy claro de lo que piensa y lo que hace. Por otra parte el FMLN no ha estado en el gobierno, tiene contradicciones importantes entre el candidato y el partido, y no tiene ese récord, esas muestras de hechos concretos, si a eso le añadimos el tema de la confianza, realmente hay una preocupación por parte del sector privado a un gane del FMLN, por sus consecuencias políticas y económicas en el país.
¿Cree que la incertidumbre habitual de los períodos electorales ha sido más marcada este año?
Efectivamente, además del escenario internacional adverso tenemos que se han congelado inversiones importantes, y que están a la espera del resultado de las elecciones, y esperan señales claras del rumbo de la política económica en el país.
¿Qué puntos de la propuesta electoral del FMLN cree que generan más nerviosismo?
Hace falta claridad en la plataforma del FMLN sobre varios puntos. En primer lugar, sobre el rol del sector privado, obviamente que la plataforma del FMLN le concede una importancia grande al gobierno, y eso puede implicar una mayor intervención del Gobierno en áreas que son más efectivas y eficientes en el sector privado. Segundo, hay un tema que genera incertidumbre en cuanto a tributación. En este momento, con una situación complicada a nivel internacional, realmente ajustar de una manera importante el tema tributario podría tener consecuencias negativas sobre la actividad económica. Hay también incertidumbre sobre el tema monetario y financiero, las propuestas han sido bastante vagas en cuanto a la dolarización y su futuro en el país. Finalmente, el último dilema que causa duda es si están dispuestos a ahorrar las deudas que ha contraído el país en el pasado. Estos factores son importantísimos.
¿Tras el 15 de marzo se logrará superar la incertidumbre?
Después del 15 de marzo se empieza a aclarar el panorama, pero la velocidad en que se superen depende de que el nuevo gobierno despeje las dudas que hay, y concentre los esfuerzos del sector público y privado en mantener y generar más empleos, más inversión, y enfocarse en evitar que incremente la pobreza en el país.
El país tiene una situación complicada en sus finanzas, con esta limitación, ¿qué puede hacer el nuevo gobierno para superar la crisis internacional?
Lo primero es la confianza, de nada sirve que tenga fondos el gobierno si no genera confianza en el país. El segundo tema es el financiamiento del aparato fiscal, y eso requiere un acuerdo importante para mantener los niveles de deuda y financiar de una manera adecuada los niveles de déficit que enfrentamos. Finalmente, requiere de una focalización del gasto, priorizando la atención a los más vulnerables y la inversión que genere mayor productividad en el país.
¿Qué pasaría si no se logra generar esta confianza?
Si no se logra, solo tenemos un camino por delante, que es empeorar. Tenemos que crear confianza, lograr consensos para salir adelante todos como salvadoreños, y tener un mejor futuro.
jueves, 12 de marzo de 2009
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